Hay, o había, espero que lo primero, una serie de valores en las clases populares y jornaleras andaluzas de las que aprender.
En nuestra labor cooperativa nos guiamos por la Unión, el Cumplir y el Reparto.
Hoy pienso que la gente que -con más o menos buena fe, con mejores o peores intenciones- habla en representación de estas clases -de nuestra gente- debería guiarse mucho más por estos valores. Lo que está pasando alrededor de las movilizaciones del 4D es un síntoma de la falta de puesta en práctica de estos valores (tanto por los representantes como por los representados; no creo en la división comúnmente aceptada de líderes malos y seguidores buenos; demasiado simple y quedabién). Parece que no queremos estar unidos, nos cuesta mucho trabajo cumplir y apenas valoramos el poder transformador del reparto.
Sin la acritud ni maldad que abunda en este medio, yo digo, de verdad que sin acritud ni mal rollo, que me encantaría que aprendiéramos y nos fijáramos mucho más en la gente que vivía en la gañanías y sobrevivían gracias, en parte, a estos valores.
La Andalucía del PSOE en la que vivimos va pareciéndose en muchas cuestiones a una de estas gañanías. Por ello, hoy más que ayer y menos que mañana, necesitamos mirar atrás y coger «rebujía» mamando de nuestros propios valores.
Municipalismo
Saltan las alarmas. La recentralización necesaria para la continuidad de la actual democracia autoritaria está cada vez más cerca. Recentralización de «lo autonómico». «Lo municipal» hace tiempo que pasó a ser un simple alguacil de los dictados de un Poder no elegido (que se sepa nadie ha elegido austericidio, ni subordinación de pago de intereses a políticas sociales).
Y eso que todos somos municipalistas; admiramos a los políticos que dan la cara ante la ciudadanía; la política de los problemas reales; ojana, todo ojana (cuento, mentira, trola, engaño).
Gran error de las fuerzas transformadoras que dicen defender «al abajo» y que la democracia se construye «desde abajo». Gran error, digo, no luchar por la autonomía municipal, por la transformación política desde lo local. No he oido, igual no he estado suficientemente atento, ninguna campaña o iniciativa legislativa de las «fuerzas del cambio» para transformar esta situación, para hacer que exista una verdadera autonomía municipal, capacidad de decisión desde lo local. Igual ahora, que han tocado Madrid, hacen algo. Madrid es Madrid.
Los «juegos de tronos» impiden ver que desde lo chico es la única manera de destruir hoy al monstruo. Desde lo chico y con horizontalidad y cooperación. Claro. Para atacar y transformar al «centro» es necesario la cooperación y coordinación entre las múltiples «periferias».
Demasiada gente usó pero no asumió gran parte de los mejores discursos del 15M. Así nos va.
Nacionalismo y soberanías
Entiendo que nacionalismo no es lo mismo que soberanismo (o que independentismo).
El nacionalismo español es el mayoritario por donde vivo. En gente menos que en poder, pero aún así ganan por goleada. Es un nacionalismo especialmente revanchista, autoritario, vengativo, muy excluyente y nada cooperador o dialogante. A lo mejor parecido a los demás pero, como he dicho, hablo del que me ha tocado aguantar.
Es un nacionalismo que ha privilegiado a las elites. En Andalucía cuanto más próximo estés al poder vinculado a la tierra, al PSOE o PP, al dueño de la fábrica del pueblo, más posibilidades hay de que te den con la rojaygualda en la cara. O, claro, es lógico que los privilegiados que viven en casas dadas por el franquismo cuelguen banderas. Hay muchas en los «pabellones militares» de pueblo: casas dadas privilegiadamente a las familias de los militares.
También es muy normal que en Madrid haya mucho vivaespaña. En esas tierras siempre han basado su economía en la localización del poder; nunca han producido nada; tan sólo se han aprovechado de ser la villa y corte, de estar allí los ministerios, museos, centros nacionales de todo, sedes financieras, etc.
Eso es para mí el nacionalismo, una ideología que favorece a las élites y a quienes agitan sus banderas.
La soberanía la entiendo de otra manera. Luchar por la soberanía del pueblo es algo muy parecido a la democracia (poder del pueblo). Buscar la soberanía económica de mi tierra es poner las bases para negársela al soberano impuesto por el poder (el rey, el cortijero, el alcaldebienmandao).
La búsqueda de la soberanía la entiendo de abajo hacia arriba. Por eso lo relaciono con el municipalismo (libertario) y, por eso, prefiero que el poder esté en la comunidad autónoma que en una villa y corte. Cuanto más cerca esté el presupuesto, más capacidad de control puede alcanzar el pueblo del mismo.
Es curioso. El nacionalismo español ha contribuido a la situación de pérdida de soberanía real existente a día de hoy en favor del poder económico global. Nos mandan desde el Banco Central Europeo, los mercados financieros. Eso lo permiten porque ese nacionalismo sabe que su interés, sus privilegios, se basan en agacharse ante el de arriba y humillar al de abajo.
Nada que ver con el soberanismo de mi gente amiga catalana; gente de abajo que coopera con el igual y combate las desigualdades y el poder injusto. Creo en su camino, en la construcción de Democracia, de soberanía de los abajos.
Sobre la gente lista
No me interesa mucho hablar de los líderes. Casi nunca.
Hace poco pensé que la izquierda había adoptado justificaciones meritocraticas impropias para ensalzar a líderes. Garzón como economista brillante; los de Podemos como los héroes de la galaxia universitaria. Gente lista, lista, lista.
Hoy pienso que estamos listos, nosotros, con esta gente tan lista.
Las listas tienen que ser las organizaciones. Y mira por donde, mucha gente lista puede hacer una organización torpe. Sobre todo si a la listeza no le acompaña otras cualidades como la generosidad, la creencia en la cooperacion o la humildad.
Hoy, ser de izquierdas, lo relaciono mucho con la lucha contra valores como el individualismo, la competitividad y el egoísmo. Por tanto, una organización transformadora debe creer y proponer desde lo colectivo, lo cooperativo y lo comunitario.
De nada de eso veo en esas organizaciones.
Sólo veo gente lista en organizaciones torpes incapaces de ser y proponer alternativas en sociedades y ante problemas complejos.
Sin acritud, desde la cercanía y desde el convencimiento que lo colectivo requiere de algo poco nombrado hoy día: fraternidad.
La dependencia del capital y, por tanto, de sus instituciones (judiciales, representativas, fiscales,etc.) imposibilita la libertad o grado de autonomía que exigimos cada vez más gente. Hay que seguir trabajandose la Autonomía, la libertad. Y para ello es imprescindible una economía autogestionada autónoma del capital muy potente. En caso contrario seguiremos dependiendo de las derechas, unas más disfrazadas que otras.
Democracia avanzada
Leo que el Gobierno español tiene interés en controlar principalmente tres instituciones catalanas. Por este orden, la policía (mossos), la televisión y la hacienda.
Podemos deducir que el poder catalán en este Estado Autonómico se basa en controlar las hostias, la propaganda y, en tercer lugar, las dineros públicos con los que puedes obtener lo mismo que con hostias y/o propaganda.
De lo anterior deduzco que, como vivimos en el mismo Estado Autonómico, y en Andalucía la policía es de importación (aunque se apunten tantos andaluces a ser nacionales o guardias con tricornio), Canal Sur es muy muy muy importante. Lo es. Más de lo que nos podemos imaginar. Por eso gastan tanto y de manera tan descarada en la radio televisión pública andaluza. La importancia de Juan y Medio en una democracia europea avanzada.
Al final, democracia avanzada no es más que aquella en la que el poder nos controla más y mejor (menos libertad y creencia de lo contrario). Y para ello, a nivel autonómico, utilizan hostias, televisión y dinero para comprar voluntades. Violencia física (sobre el cuerpo), violencia mental (sobre las ideas) y violencia económica (sobre el bolsillo).
En el fondo puede que sea incluso simple (o no). Lo que no se obtiene vía convencimiento (propaganda), se logra por la violencia física y, si no, por compra de voluntad vía empleo.
Parece que el cambio de estrategia de los actuales «pilotos» catalanes fue la deslocalización de las sedes sociales de las principales empresas de Cataluña. No fueron los fiscales, ni los palos, ni las multas sino que lo que «había cambiado el guión era la deslocalización de las sedes sociales de las principales empresas de Cataluña, empezando por La Caixa.» (Gustavo Buster).
En Cataluña es donde más desarrollada está la economía social transformadora. Cientos, miles de unidades económicas productoras de bienes y prestadoras de servicios capaces de generar empleo y riqueza de forma justa, repartida y en muy diversos sectores (cooperativas de energía, finanzas éticas, alimentación, producciones industriales de todo tipo, etc.). Y claro, capaces de crear soberanias, ya sea alimentaria, financiera, energética, etc.
Y sin embargo, el cierre fiscal empresarial ha dado sus frutos. Para Buster, «el fracaso de las porras dio paso al triunfo del mercado. Aunque en este caso fuese a golpe de teléfono de los ministerios de Hacienda y de Economía y un decreto aprobado en 24 horas por el gobierno Rajoy para hacer innecesaria la reunión de las juntas de accionistas ante la decisión de los comités de dirección de las empresas».
Las prácticas económicas autogestionarias son causa de la actual situación social, política y económica catalana; y podrían crecer y desarrollarse como consecuencia de la instauración de una República catalana donde el «abajo» subordinara a los anteriormente citados «pilotos».
Quizás para acabar dando el paso hacia la verdadera independencia o autonomía (me gusta utilizar esta última palabra, a pesar del uso dado por el actual régimen), a lo mejor, digo, sean necesarias mayores cotas de soberanías en los diversos campos socioeconómicos. Y así decir adiós con alegría a La Caixa de turno y asumir que la alternativa son muchas Coop57; decir hasta luego a pastas Gallo y hola a cientos de pequeñas cooperativas de pasta ecológica vinculadas al territorio; alegrarte de que una compañía de seguros que invierte en armamento deje de estar a gusto en tu casa y crear seguros éticos y mutualidades sociales; mandar a Gas Natural al quinto carajo, y al sexto a Aguas de Barcelona, y fortalecer las cooperativas de consumo energético primero, y remunicipalizar la gestión del agua después (o viceversa).
No sé si está madura la sociedad catalana para poner en marcha de modo global una economía autogestionaria tan a gran escala. Lo que sí sé es que es ella la que lo tiene más a mano (del occidente conocido) y la que nos puede mostrar el camino a aquellas personas que tenemos claro que el capitalismo es la principal causa de (casi) todos nuestros males (sociales, políticos y económicos; los de amores, solo los de amores, no tienen remedio, como saben los flamencos).
La ley
Las pelotas de goma están prohibidas en Cataluña.
La policía ha incumplido la ley.
No sólo el pueblo de Cataluña está incumpliendo la ley que le imponen. Una ley que les prohíbe votar.
Enviar la legión a Cataluña está amparada por la ley.
La ley permite la existencia de un jefe de estado no votado que, además, imparte lecciones de democracia.
La clase dominante es demócrata y respeta la ley mientras se haga lo que ella quiera, diga, imponga; la ley no es más que una herramienta a su disposición, un antidisturbio elegante.
Susana Díaz se solidariza con quien golpeó cuerpos, rompió huesos, abrió brechas, sobó dignidades. Todo para hacer cumplir la ley.
Rajoy ha usado y se guía estrictamente por la ley.
Es evidente que a día de hoy hay que mandar la ley a la mierda.
Quizás ese sea el principal problema y, al mismo tiempo, la mayor esperanza.
Al dinero
Al dinero creo que le va a ir interesando cambiar para que todo siga igual. O sea el PSOE.
Pedro Sánchez habló de estabilidad e integración territorial. Música para los oidos del IBEX. Unidad de España y condiciones para seguir acumulando el capital y aumentar la desigualdad.
El Régimen busca soluciones a sus problemas.
Sus soluciones son nuestros problemas.
Pd: el Gobierno de Pedro Sánchez nació ocho meses después.
Violencia y futuro
Aquellos que exigían que para ser demócrata había que condenar la violencia hoy hacen uso de ella.
Si queda legitimada la violencia de hoy, uno de octubre de 2017, el Poder seguirá estando en Madrid, en las mismas clases oligárquicas, y con un régimen menos democrático aún.
Si no es así, el Poder pasará a estar en el Pueblo catalán, ya veremos si a la burquesía o a las clases populares (dentro de Cataluña el partido no termina, ni mucho menos, con la independencia). Incluso el actual régimen español podría quedar seriamente tocado y se abrirían posibilidades de democratización para el resto de pueblos y territorios del Estado.
El partido continúa y creo que están faltando actores que deberían dar pasos adelante y participar más activamente en la búsqueda de un sistema más democrático y frente a un régimen guardacivilizado. La gente de Andalucía sabemos lo que significa que la Guardia Civil tome protagonismo.
Seguir comiendo del 15M o esperar algo parecido no es realista ni inteligente. Este 1O requiere mucho más de las gentes que no somos catalanas y queremos un democracia no autoritaria.