En este país hay riqueza para rescatar a la banca con miles de millones.
Para que esa banca logre miles de millones anuales de beneficios.
Para que el pobre Florentino Pérez no pierda dinero con instalaciones ilegales de perforaciones de gas.
En este país hay riqueza para el atraco energético; donde más horas de luz solar hay de Europa debe llover para que baje el precio de la electricidad.
En este país, sin embargo, no hay riqueza suficiente para que no exista hambre; para que las clases populares y trabajadoras ganen en autonomía (sean más libres); para que no dependan de los «amos» de este siglo XXI.
Hay riqueza, de sobra. Pero también hay lo que siempre ha habido y parece que no queremos ver: el poder de poder hacer pasar al prójimo hambre y miseria. Esta cualidad es esencial para que el capital obtenga beneficios.
La conservación de esta capacidad imposibilita que este poder consienta que por nacer tengas derecho a vivir; que no debas convertirte en mercancía del mercado de trabajo y mendigar un empleo si quieres subsistir.
Para dejar de ser mercancías hay que impugnar el poder. Para ser personas, no recursos humanos, habrá que luchar y ganar al poder/capital. No es una cuestión estrictamente económica, sino más bien Política, de control de las vidas ajenas, de Poder. La historia nos muestra que ese tipo de cambios y logros casi nunca se hacen «por las buenas».
Taller psicológico
«La psicóloga María Jesús Álava Reyes afirma en la Universidad de Navarra que la felicidad de los empleados es la mejor inversión para cualquier compañía». Así titulaba una noticia el Diario de Navarra.
Hay una parte del gremio de la psicología que ejerce de taller mecánico humano. Me explico. En todas las fábricas siempre ha habido un taller mecánico, encargado de tener la maquinaria en buen estado de uso. A día de hoy los departamentos de Recursos Humanos tienen por objetivo esta función, pero con las personas trabajadoras. Ahí se inserta este discurso: hay que tener a la mano de obra contenta; el mejor uso de los recursos (en este caso humanos) mejora los beneficios de las compañías.
No lo compro, precisamente porque no quiero que nadie me compre (como mano de obra).
La cuestión no es ser felizmente explotables, sino dejar de ser mercancía usada por otros y pasar a ser personas trabajadoras emancipadas.
Coop57
Participo en una cooperativa que es algo extraordinario. Se llama Coop57. Es una cooperativa financiera que rescata ahorro de la especulación para ponerla al servicio de una economía transformadora.
Ayer dio un paso más. Ayer se inició la construcción de un bloque de pisos que no pertenecerá a nadie en particular. Será de la comunidad. Su propietaria será una cooperativa de cesión de uso. Derecho a la vivienda sin caer en la trampa de la propiedad.
Y como dijo Ramón Pascual, un «banquero bueno»: «Farem tota l’operació de la coop La Borda al marge del sistema financer convencional.»
Se entiende el catalán, ¿verdad? Lo que es difícil entender es que sigamos colaborando con la banca convencional.
Estoy agradecido a Enric Llopis por la reseña que ha publicado en Rebelión sobre el librito que he publicado.
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=223229
Se la ha currado.
Entre otras cosas, quizás más relevantes, dice: «La celeridad de las informaciones, las imágenes y los hechos; el impacto de las redes sociales, con estadísticas que se solapan y devoran, el imperio del instante y la primacía del “fast food” mediático hace imprescindible recordar las verdades más sencillas. A ello dedica el economista de Morón de la Frontera (Sevilla) Óscar García Jurado un ensayo de 143 páginas, “Aproximación a la Economía Crítica para entender y actuar”, editado por el colectivo Zambra de Málaga y por Baladre (Coordinación de Luchas contra la precariedad y la exclusión).»
Me diréis que soy pesado, localista, cateto, pueblerino, lo que queráis, pero me encanta que no haya puesto economista sevillano.
Ja.
Cooperativista y economista de pueblo.
Ja.
Fe y/o cinismo
Hoy día, en estas horas, cientos de estudiantes se empapan de ideas impulsoras de injusticia, pobreza y hambre. Estudian una licenciatura de Economía, Administración de Empresas, Derecho, etc. En todas ellas tienen una o más asignaturas vinculadas a la macroeconomía.
Tal como dice alguien nada sospechoso, Paul Romer, economista jefe del Banco Mundial: «los modelos macroeconómicos actuales emplean hipótesis increíbles para llegar a conclusiones desconcertantes.» Yo ajustaría un poco más (no tengo un cargo tan bien pagado): las hipótesis increíbles sirven para llegar a conclusiones desconcertantes para las mayorías y muy útiles para una pequeña minoría. Esa minoría es la que impulsa que esas teorías sigan siendo monolíticas, inamovibles, nos susceptibles de ser criticadas.
Romer pregunta: «¿les gustaría que a su hijo lo tratara un médico que favoreciera a un amigo partidario de las antivacunas y a su otro amigo homeópata, antes que a la ciencia médica? Si no es así, ¿por qué debería esperar que la gente que busca respuestas siga prestando atención a los economistas cuando se den cuenta de que estamos más preocupados por nuestros amigos que por los hechos?»
Las facultades y departamentos de disciplinas vinculadas a la economía están llenas de creyentes glotones que asumen una Fe más peligrosa que la homeopatía. Mucho más. Y cuando falta la fe no lo hace el cinismo. Demasiada poca gente en estos lugares busca respuestas económicas satisfactorias para las mayorías.
Poeta
Es un poeta, pero no lo parece. Habla más de economía que la mayoría de los economistas. Quizás por eso, menos mal, no es economista.
Es un tío sencillo a la vez que un pensador complejo. Como los más sabios lo difícil lo hace (dice) de forma sencilla.
Es un libertario-anarquista-o-como-se-llame. Lo que él sea, quizás es lo a que yo aspiro ser.
Te hace sentir con la poesía de su forma de ser. También con sus poemas.
Cuando más raro parece, existe una persona así.
Estrella que brilla a pesar de ella misma.
Gracias Antonio Orihuela.
Propuestas complementarias
Quiero la implantación de la renta básica. Principalmente porque creo en el derecho a la subsistencia en una sociedad donde se genera, de sobra, los recursos para que toda la gente pueda satisfacer sus necesidades sin venderse como mercancía.
Y además, porque creo, quiero y trabajo por otro sistema socioeconómico vertebrado a partir del fomento de la economía social transformadora como modelo que promueve nuevas formas cooperativas de consumir, producir, gestionar y relacionarse. Y para ello dejar de ser una mercancía para la obtención de un salario es esencial.
No hay nada que desincentive más el trabajo (asalariado y no asalariado) que la desigualdad, la acumulación de riquezas en manos de la gente que, desde generaciones y generaciones, herencias y más herencias, han evitado trabajar y han vivido del esfuerzo y explotación de otra gente. Precisamente la misma gente que impulsa las campañas contra lo público y los impuestos (en especial de los impuestos directos, los que hacen que paguen más quienes más tienen); los grupos que aseguran que la gente desempleada se lo merece por floja; quien dice que la Renta Básica crearía vagos (las herencias generan gentes tan trabajadoras como las clases terratenientes y aristocráticas andaluzas, ¿verdad?). Se cree el ladrón que todos son de su misma condición.
Pues sí, renta básica para una economía social transformadora. Herramientas complementarias.
El Partido emprende para el Poder
Todo en Andalucía está al servicio del Poder, del cual el Partido es una relevante herramienta. El Poder en Andalucía no ha cambiado con la creación de la Junta de Andalucía. El Partido que controla la Junta desde su creación siempre ha estado al servicio de lo mismo, de su sostenimiento en el poder político sin enfrentarse al Poder real.
El fomento del empleo es una herramienta muy poderosa. El emprendimiento como estrategia de culpabilizar a la persona desempleada, los dineros destinados a los chiringuitos, las mentiras de la empleabilidad: todo está al servicio del Poder y pone a la gente a su servicio.
Andalucía no puede emprender nuevos caminos si el único que emprende estrategias a su favor es el Partido del Poder.
Para emprender hay que desaprender. Emprender nuevos caminos requieren desaprender, desandar miedos, caciquismos, clientelismos, mesianismos.
Andalucía es una autonomía dependiente con demasiada poca gente autónoma. Sin gente con capacidad de autonomía el único que seguirá emprendiendo será el Poder.
Para crear condiciones que generen gentes autónomas hay que renegar del individualismo y creer en lo colectivo; confiar en el de al lado y desconfiar del de arriba; competir en ver quién es el más cooperativo.
Emprender autonomía requiere ser autónomo del Poder, del Partido, del Terrateniente, del Constructor, del Dueño, del Amo, del Señor-ito.
Tan sólo depender de nuestros iguales.
Formación, educación o como se diga
Un directivo de la empresa financiera más importante del mundo lo dice claro: «Hay que educar a la población europea para que vote al líder correcto que tome las medidas correctas» (Larry Fink). Mi maestro Manuel Delgado dice que nos olvidemos de esperar algo de la universidad: lleva 500 años defendiendo al poder. No sé cuánto tiempo tardarán las organizaciones que desean la transformación social en tener estrategias de formación potentes y autónomas. Algún día será. Digo yo.
Más impuestos
Tras la campaña de propaganda y posterior estudio, he tomado posición: creo que hay que impulsar un impuesto de sucesiones mucho más recaudatorio. Ahora no tributan el 98 por ciento de las herencias. Demasiado latifundio, heredades, riquezas no ganadas ni merecidas, polarización social e injusticia. Andalucía necesita un proceso de reparto radical. Via producción, cooperativismo, y vía redistribución estatal de las riquezas colectivas. Colectivas, sí colectivas.