Tengo dos perros. El guardián, el grande, el ladrador, debo amarrarlo de vez en cuando. Hay gente que tiene miedo y él le tiene miedo a esa gente y, claro, con el miedo se pone agresivo (como casi todos).
Cuando lo voy a amarrar se pone contento. Sabe que le voy a dar un regalo extra de salchichas ricas ricas. El comportamiento de mi perro es racional. Come bien aunque pierda la libertad por unas horas. Comportamiento no muy lejano del existente cuando hay que pensar en un trabajo asalariado o en el partido al que apoyar. Si lo primero es comer bien, ¿qué más da perder la libertad?, ¿qué más da estar amarrado por una cadena? Mi perro tiene claro que es mejor llevarse bien conmigo, su amo, que mal. No lucha, se somete y cuando lo hace más rotundamente es cuando come lo que verdaderamente le gusta. Formas de actuar guiadas por la escasez, por el objetivo de satisfacer las necesidades.
Quizás no hay que ir más lejos para entender la actuación de mucha gente en lugares de crisis, de escasez, de precariedad económica cuando toman decisiones ante unas elecciones o ante la relación que les conviene con los empresarios. Es decir, entender el comportamiento de las persona cuando actúan ante el poder. Se entiende que se come mejor y más confortablemente siendo amable que luchador; «apolítico» que «politiquillo».
Mi perro cuando muera será recordado por no haberse metido con nadie (salvo el que se lo merecía), ser buen compañero del amo, mirar por su gente y su casa. Cuidar de día y de noche de quien le da de comer. Racional modelo de comportamiento en economías de subsistencia.
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Hace ya más de diez años saltó la noticia en mi pueblo: iban a construir un cárcel. En pocos días nos juntamos en una plataforma contra su construcción. No todos teníamos las mismas razones. Algunos nos posicionamos en contra por estar en desacuerdo con el sistema penitenciario y de represión del Estado. Otros simplemente porque «no querían violadores o etarras cerca de sus casas». Despreciaba a esa gente que, aunque compartía opinión sobre la instalación de la cárcel, lo hacía por razones en muchos casos fascistas.
Eso mismo me ocurre hoy con los que nos posicionamos en contra de la actual Unión Europea. Coincido con fascistas pero también con la decisión de los trabajadores ingleses que han votado como lo han hecho para hundir a la Unión Europea en un acto de desesperación que sigue a la violencia del ataque financiero que hace años empobrece a las clases obreras de todo el continente. Con o sin fascistas, estoy en contra de la Unión Europea y de las cárceles. Ambas no son más que herramientas represoras de las clases populares y trabajadoras al servicio de las élites.
O como dice Franco Berardi «Bifo»: «El problema no está en las razones, el problema está en las consecuencias. La UE hace tiempo que no existe, al menos desde julio de 2015, cuando Syriza fue humillada y el pueblo griego fue definitivamente sometido. La UE es una trampa financiera desde Maastricht. Ahora creo que debemos decirlo sin eufemismos: el futuro de Europa es la guerra. Su presente es la guerra contra los migrantes que ya ha costado decenas de miles de muertos y una cantidad incalculable de violencia. Quizás suene un poco antiguo, pero al menos para mí sigue siendo cierto que el capitalismo trae la guerra como la nube trae la tempestad. En conclusión, no llevo luto porque los ingleses se van. Llevé luto cuando los griegos han sido obligados a permanecer bajo las condiciones que se le han impuesto (¿y ahora qué será de ellos?). Cien años después de Octubre, creo que nuestra tarea es preguntarnos ¿qué quiere decir Octubre en la era de Internet, del trabajo cognitivo y precario? El precipicio que tenemos por delante es el lugar en el que tenemos que pensar en esto.»
Independencia
Trabajo es aquello que hace la gente para «ganarse la vida». Por tanto, si seguimos esta lógica, para ganar el derecho a vivir hay que trabajar. En capitalismo, no es trabajo lo que hacemos para criar a nuestros hijos, lo que hacemos porque nos da la gana sin cobrar dinero a cambio, lo que hacemos, en suma, sin que medie el dinero. En capitalismo, ganarse el derecho a vivir requiere que alguien compre tus servicios (de forma directa, venderse a cambio de dinero). Es necesario cambiar muchas cosas, entre ellas lo que entendemos por trabajo. Sin esos cambios seguiremos confundiendo valor con precio; seguiremos justificando una fábrica de armas, una base militar o una cantera que destruye una sierra si genera empleo; seguiremos pidiendo un favor (un empleo) al poder-capital para tener derecho a vivir.
Juste de Ancos y el IBEX 35
Dice Rubén Juste de Ancos:
«El PSOE y el PP se han unido durante 24 años para defender los intereses de los grandes gestores del Ibex, generando una enorme dependencia mutua entre el Estado y las grandes empresas del Ibex, lo cual hace que muchos miembros del aparato estatal y de las grandes empresas actúen como un mismo ‘bloque’.
Una muestra de esta unidad tiene su reflejo en el flujo constante de ministros, secretarios, subsecretarios y presidentes de órganos reguladores que pasan velozmente a estas empresas (alrededor de un 20% de todos los consejeros del Ibex a lo largo de 24 años). También se muestra en el torrente continuo de recursos públicos drenados a estas empresas y por ende, a sus propietarios, los grandes garantes de los partidos tradicionales (con donaciones, condonaciones y cuotas de poder económico), y los primeros interesados en las grandes coaliciones.
¿Será relevante esta gran coalición del Ibex35 a la hora de formar gobierno? Como dijo a principios de junio Felipe González, que el viernes cerrará la campaña del PSOE en Madrid, todo es una cuestión de compatibilidad: ‘Los pactos tienen que hacerse con quienes sean compatibles con las reformas que se quieran hacer’”.
Fuente: http://ctxt.es/es/20160622/Politica/6815/Ibex-35-elecciones-26J-franquismo-sociol%C3%B3gico-econom%C3%ADa-empresas.htm
Amiguitos
Dice Pablo Sánchez: «el mundo de hoy es el de La Sexta noche, no el de La clave.» Por su parte, Emilio Silva va un poco más allá: «El famoso grito del general Millán Astray en la Universidad de Salamanca: “¡Muera la inteligencia!”, lleva sonando y resonando a través de muchos siglos por estas tierras. Según el último estudio del Human Capital Leadership sobre la gestión del talento, España ocupa el puesto 83 de 109 países. El 27% de nuestros premios de fin de carrera abandona directamente nuestro país por falta de oportunidades, con lo que somos una de las primeras potencias en exportación de inteligencia.»
Lo anterior explica por qué en pueblos como Morón, las familias hacen cola para que sus hijos estudien en colegios privados. No importan los resultados académicos, lo que importa son las amistades. En pueblos andaluces como el mío demasiada gente piensa que se logra más siendo amigo del poderoso que trabajador y luchador; callando y apuntándote al partido que conviene que analizando, criticando y proponiendo proyectos de futuro. Y claro, así nos va.
Desvelar: quitar velos
Las encuestas están poniendo de los nervios a las élites españolas. Resulta que Podemos le gana bien al PSOE, en votos y en diputados. Y para colmo, es factible que juntos puedan obtener una mayoría sólida para gobernar. Ante esta situación El País, ese periódico que marca las líneas rojas que no pueden sobrepasar los pocos «rojos» que quedan entre los dirigentes de este partido, carga contra Podemos e indica que es mejor otros pactos.
Creo que este ciclo electoral está dejando claro para mucha gente algo simple pero muy relevante: el PSOE ha sido un partido que ha puesto en manos de la derecha votos de izquierda. Lo he visto en el Ayuntamiento de Morón, la Junta de Andalucía y el gobierno de Madrid. No pido mucho a unas elecciones en este marco institucional de democracia autoritaria. Me daría por satisfecho que mucha gente acabe viendo lo que es y para lo que ha servido el Partido Socialista Obrero Español.
Clientelismo, sí clientelismo
Sobre el PSOE-A, dice el militante Jose A. Perez Tapias: «Los casos de corrupción, ciertas prácticas de clientelismo político o un exceso de institucionalización del partido han ido provocando que disminuya el apoyo”.
Quizás se refiera o cuestiones como la siguiente. El gasto en salarios de personal laboral de la diputación provincial de Sevilla y sus entes instrumentales asciende en 2015 a alrededor de 60 millones de euros. El personal laboral es aquel que no requiere de oposiciones.
«La institucionalización del partido», «ciertas prácticas de clientelismo político». A lo mejor tiene algo que ver con estas cifras de gasto.
– Diputación Provincial: 32.732.862,55 €.
– Prodetur S.A.U.: 5.876.687,64 €.
– INPRO S.A.U.: 3.800.766,58 €.
– Sevilla Activa, S.A.U.: 1.223.683,00 €.
– O.P.A.E.F.: 8.747.280,26 €.
– Casa de la Provincia: 160.062,53 €.
– Consorcio Provincial de Aguas de Sevilla: 195.854,96 €.
– Aguas del Huesna, S.L.: 7.675.410,91 €.
El alcalde de mi pueblo, tras ser elegido, aceptó un contrato de 37 horas y media a la semana en uno de estos entes instrumentales de la diputación. Ganaría más dinero que de alcalde, o de cualquier otra cosa. Esto, que no deja de ser anecdótico para el conjunto de Andalucía, puede que sea útil como reflejo de las prácticas de un partido, de un modo de entender la política y, por qué no, un hecho ilustrativo de lo que ocurre en la política institucional andaluza. Sobre todo porque puede que no tenga coste electoral a corto plazo y gente como el señor Villalobos puedan continuar poniéndole nombres a rotondas, avenidas y lo que haga falta.
El periodista Eduardo Barba lo explica así: “El PSOE-A teje una red con el poder. La red clientelar que tiene el PSOE andaluz es absolutamente bestial. Cuando tienes en tu mano no solo un partido político, sino un partido institucionalizado dentro de una administración con miles de funcionarios y cientos de entes y organismos dependiendo de este monstruo de dos cabezas que es PSOE-Junta de Andalucía, ese clientelismo político es una herramienta muy fuerte que te permite perpetuarte. Se retroalimenta. Cuanto más tienes, más fácil es mantenerlo”. Amparo Rubiales, sí Amparo Rubiales, lo corrobora: “Lógicamente, después de tanto tiempo en el poder existe ese clientelismo, sería mentir no reconocerlo”.
Universidad
La universidad no es ni mucho menos el centro del mundo, pero sí podría ser una herramienta relevante para mejorar la sociedad. Por ello, los poderes la controlan de arriba abajo. En las facultades de economía, las que conozco, existen demasiadas personas sin ningún interés por enseñar, que dedican su tiempo, pagado con nuestros impuestos, a atacar a lo público, a escribir textos que no tienen repercusión ninguna en la mejora de la vida de la gente, salvo la de ellos mismos, y que piensan en el alumnado como individuos a los que hay que hacer sufrir para que sean más eficientes. Tendencias psicópatas para personas que deben hacer pensar a otras, y que actúan como lacayos con los de arriba, ya sean de dentro o de fuera de los departamentos.
La RB es posible
El capitalismo tiene dos bases muy importantes: la propiedad privada y el trabajo asalariado. La Iglesia, el liberalismo y gran parte del pensamiento que interpreta a Marx legitimaron lo segundo mediante enunciados como «el trabajo dignifica».
Esa idea extendida sólo se aplicaba a las personas, en su mayoría hombres, que trabajan para empresarios por un salario. Las personas, en su mayoría mujeres, que trabajan y han trabajado en el cuidado de otras sin cobrar un salario no se podían dignificar a través de esta forma de entender el trabajo.
Ese concepto de trabajo es tremendamente funcional al capital y a su necesidad de explotar a las clases obreras. Según este, sólo merece la pena tener una renta aquella persona que es útil para que el empresario obtenga beneficios. La que no tiene este tipo de trabajo (asalariado o empleo) y desarrolla otros (trabajo de cuidados, voluntarios) no merecen existir en esta sociedad salvo si los que tienen quieren ejercer caridad sobre ellos.
Si aceptamos que el ser humano al nacer tiene derecho a tener cubiertas sus necesidades más básicas, la única pregunta que cabe hacerse es si es financiable y sostenible una renta básica para toda la gente, se quiera ofrecer o no como recurso humano en el mercado de trabajo.
Un estudio de Daniel Raventós, Antoni Doménech, Jordi Arcarons y Lluís Torrens demuestra que es posible asegurar una renta incondicionada de 7.500 euros anuales a los mayores de 18 años (que es donde se sitúa el umbral de la pobreza en España) y de hasta un 30% de esta cantidad a los menores. Para ello se requiere una reforma fiscal que elimine el tratamiento favorable a las rentas del capital, que se integrarían en la base general, haga desaparecer todas las reducciones y deducciones actuales y aplique un tipo único del 49%. Esta reforma no generaría déficit, haría ganar renta a más del 50% de la población y tendría un impacto distributivo muy progresivo (pagarían mucho más los más ricos).
Es decir, si pensamos que tenemos derecho a vivir, aunque no queramos ser mercancía en el mercado de trabajo, económicamente es perfectamente viable. Otra cosa es si nuestras colonizadas mentes están dispuestas a asumir idea tan radicalmente anticapitalista.
Competitivo
Es algo objetivo: en el actual sistema económico, si cae un avión en Egipto cargado de turistas, la actividad económica andaluza sale beneficiada. Esta desgracia hace que el turismo andaluz se vuelva más competitivo.
– ¡Qué barbaridad! Ha exclamado una alumna indignada en mi clase de esta mañana.
Cierto, bárbaro es un sistema que provoca muerte, destrucción, pobreza, guerras; y que alienta la lucha, la competencia…
El capitalismo y la competitividad, dos elementos fundamentales de nuestras vidas que parecen dados y no transformables y que, sin embargo, provocan tales barbaridades.
Realidades bárbaras en un aparente mundo civilizado.