Según el 6º Informe «El Estado de la pobreza en España», el 43,2% de la población de Andalucía está en riesgo de pobreza y o exclusión social en el año 2015. La cifra es casi 15 puntos porcentuales superior al del conjunto del Estado y es la más alta de todas las comunidades autónomas. En el último año, el crecimiento de la tasa ha sido de 0,9 puntos porcentuales.
El PIB per cápita andaluz (la cantidad de riqueza por persona) es de 17.263 euros. El último año ha aumentado un 4,1%. Por tanto, hay riqueza suficiente para eliminar la riqueza, sin embargo crece, y crece y crece.
La política institucional está a otra cosa más importantes para la política institucional: alcanzar el poder (del gobierno, del partido, de la camarilla, etc.).
Los economistas «serios» escriben y opinan sobre la deuda pública, el déficit fiscal, la inflación… No es sólo que haya demasiados malos economistas que pasan por ser buenos y serios; lo peor es que hay demasiados que dan argumentos y legitiman la acumulación pornográfica de la riqueza en pocas manos; esos no son malos economistas (solo), sino que comienzo a pensar que muchos de ellos pasan a ser directamente malas personas o enfermos mentales (la falta de empatía hacia las personas es propia de psicópatas).
El problema no es económico, es de vergüenza, de dignidad, de falta de empatía con la gente. Vivimos en una sociedad que permite la pobreza y el sufrimiento de gran número de personas cuando hay riqueza más que de sobra para que esto no ocurra.
Vergüenza de sociedad, de responsables políticos, de profesión de economista.
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