En Hong Kong los policías sostienen pancartas informativas para transmitir información a la gente que protesta. En Catalunya pegan y después vuelven a pegar. Las protestas catalanas basan su estrategia en las de Hong Kong. La policía española no se deja intoxicar por sediosas ideas foráneas. España, reserva espiritual de occidente, de oriente, norte y sur.
El líder del «socialismo» español comienza su nueva campaña siendo el más duro de los duros por la unidad de España. Todo es susceptible de empeorar. Pedro hará bueno a Felipe, Carmen a Alfonso.
Y mientras, nadie se acuerda del 15M, el “no nos representan”. Como dice M. Nogueras: «ya ni apelamos a las calles, ya no hablamos de crear algo nuevo ni de romper la norma. Ahora todo es fina táctica, avezados estrategas, elecciones, sumas, restas, futuribles».
Bueno, nadie no. La gente de Catalunya sí apelan a las calles, hablan de crear algo nuevo, de romper normas. La cosa no está para otra cosa.
Sobre todo en Andalucía donde, como en tantos y tantos sitios, seguimos cofundiendo política con elecciones, unión con sumisión, cumplir con mirar por tu pequeña organización, por ti mismo, sin poner lo colectivo por delante de lo individual.