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Tagarninas (políticas)

Puro egoísmo

Llegan las Navidades y, gusten más o menos, afloran recuerdos.

Me ha venido uno fortísimo al comerme un polvorón. No un polvorón industrial, sino uno de la pastelería de la Plaza Meneses, de Morón, claro.

No es por defender al comercio local. Es por puro egoísmo. Ese polvorón debería ser patrimonio de la Humanidad. Bueno, no, parafraseando a donjuancarlosaragón, un mojón para los humanos, ese polvorón es de Morón nada más y es patrimonio de su gente.

Ojalá nunca, nunca, dejen de existir cosas que generan sentires como los de ese polvorón y, para eso, deben exisitr negocios como las pastelerías de mi pueblo.

Por puro egoísmo.

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