Categorías
Esparragueras (económicas)

Capitalismo cooperativo

«Batz-Araluce: el ataque del capitalismo cooperativo» se titula un magnífico artículo de Unai Martinez, responsable de industria y construcción de ELA.*

En el mismo se muestra que el cooperativismo (realmente existente) puede ser tan explotador como cualquier otra empresa capitalista. «La traumática decisión de plantear el despido y la liquidación no proviene de una multinacional o de una empresa gestionada por un oscuro fondo de inversión situado a miles de kilómetros. La decisión se toma a unos cientos de metros. La dirección de Batz trasladó a sus socios cooperativistas que el futuro de la empresa pasaba por la liquidación de Araluce. Omitió en cambio, que las dos compañías son una, y que la solución, o pasa por un plan que apueste por el futuro en común o 1.000 puestos de trabajo pueden perderse. Desgraciadamente, volvemos a constatar que, cuando se trata de la vida laboral de empleados por cuenta ajena, el movimiento cooperativista actúa siguiendo el manual del capitalismo más inhumano. Una paradoja en un grupo que ha hecho suyo el lema ‘humanity at work'».

En realidad, el cooperativismo que funciona en la actual economía capitalista, el de Mondragón o cualquier otro, no es en sí mismo ni malo ni bueno, ni legitimador, paliativo o transformador. El capitalismo puede utilizarlo como agente de legitimación, tal y como ha hecho con tantas y tantas herramientas: sindicalismo, ecologismo… Del mismo modo, esa realidad no impide que se pueda impulsar un cooperativismo que sirva para superar y romper con el capitalismo.

Es necesaria la reflexión conjunta para fomentar un cooperativismo y una economía social transformadora o para la ruptura. Frente al capitalismo cooperativo del Grupo Mondragón, del cooperativismo agrario andaluz o de la Social Economy Europe (por poner algunos ejemplos de los múltiples existentes) es necesario partir de evitar la confusión (interesada) entre cooperación (asociación en beneficio de los asociados) y cooperativismo: la cooperación erigida en sistema de emancipación social, como diría Charles Gide. De este modo sí podríamos comenzar, como propone Unai Martínez, a «construir comunidad saliendo de la lógica que el capital nos quiere imponer».

* https://www.ela.eus/es/opiniones/batz-araluce-el-ataque-del-capitalismo-cooperativo?fbclid=IwAR14JTgcVFGNDy0HCjp8whwgvPC9jYgrUThWxMHc6JwjLSy0TuA58JQz6fs

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *