Nos quieren hacer creer que sólo hay dos opciones. Estas se pueden reflejar en los binomios Macron-Lepen, Sánchez- derechona española autoritaria, Soros-Viktor Orban, Obama/Clinton-Trump, Merkel-neonazis alemanes, los partidos suecos «buenos» en el poder o la extrema derecha en crecimiento.
De este modo, estos dos «extremos» o «visiones» supuestamente tan diferentes del futuro de la humanidad permite escamotear lo que esas “dos visiones” comparten. Nada menos que el modo de producción y de propiedad, las relaciones de explotación de unas personas por otras, el sistema que permite acumular riqueza y poder en una minoría con tanta influencia como para hacer estupendo un sistema en el que «el pueblo elige, pero el capital decide».
En mi opinión, las izquierdas, las fuerzas transformadoras, no pueden renunciar al pensamiento fuerte. Y el pensamiento fuerte no debe olvidar que las causas de las crisis capitalistas siguen intactas, mientras se pone el acento en la inmigración u otros temas que oscurecen más que aclaran.
La cuestión es cómo se genera la riqueza, cómo se distribuye y quién se la apropia. Siguiendo a gente como Lebowitz, no es posible formar seres humanos para la transformación si se les impide usar el intelecto en el lugar de trabajo y dirigiéndolos desde arriba. Si es así, las cosas irán a peor y pediremos poder fabricar más armas de guerra, ser camareros del ejército de EEUU o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Es hora de romper con los falsos debates; es hora de mirar las causas y no las consecuencias; es hora de hacer política económica y no retórica económica; es hora de transformar la economía desde la negación de las formas capitalistas de producción, distribución y consumo.
Hay que hablar de propiedad (privada o no privada), valor (uso o cambio) y trabajo (más allá del empleo). Es complejo, es cierto, pero la realidad es así y si la queremos cambiar hay que contar (sí o sí) con la gente, no con el «cuerpo electoral».
La negación de la complejidad, los atajos, nos llevará a elegir, de nuevo, entre Guatemala o guatepeor.
Fuente: https://mondiplo.com/liberales-contra-populistas-una-division-enganosa#nb10