Categorías
Sin categoría

Autonomía

Andalucía es todo menos una comunidad «autónoma»; cada día se encuentra, por contra, más subordinada, marginada y dependiente.
Hoy se demuestra que a los pelotas del cortijo el señorito los maltrata. Eso hace el Estado con la Junta, Rajoy con Susana Díaz, como antes hizo Felipe González, y Aznar, y Zapatero… Y los socialistas españoles en Andalucía agachan la cabeza más, y más, y otro viva España. Como si ese españolismo les vaya a aumentar la cantidad de dinero para seguir reproduciendo el brazo de mando de la colonia.
Y se quejan de la financiación autonómica, de las consecuencias de su vasallaje al poder económico y financiero español y global, de su falta de creencia en este pueblo, de su seguimiento de la máxima: se saca más llevándote bien con el poderoso que creyendo en tus iguales.
Pues no.
La autonomía para ser vasallos. Eso fue lo que trajo la Constitución a Andalucía.
Ni Roma paga a traidores ni Madrid a vasallos.

Categorías
Sin categoría

Desde el 15M

Desde el 15 M en vez de un rey tenemos dos. En vez de una reina dos.
En la cárcel gente por cantar, por hacer política, por pedir una vivienda digna…
Un partido de guapos y guapas neofalangistas avanzan en las encuestas.
Peores condiciones de empleo, más pobreza…
En Andalucía el régimen socialterrateniente sigue vivo. Y si pierde probablemente sea para pasar a otro más terratenientesocial.
No digo yo que deba haber masivos flagelamientos chiíes pero sí un poco de humildad y autocrítica.
Digo yo.

Categorías
Sin categoría

La economía política de la clase obrera (leyendo a Lebowitz)

«La asociación del trabajo es la fuente de la productividad social y la separación de los trabajadores es la condición para su explotación», escribe M.A. Lebowitz en «Más allá de El capital».
Esa separación la provoca el capitalista que de este modo captura los frutos de la cooperación en la producción.
Por eso Marx, a diferencia de muchos que se autoproclaman marxistas, entendió el surgimiento del movimiento cooperativo como un completo triunfo de la economía política del trabajo sobre la economía política de la propiedad, especialmente de las fábricas cooperativas (nunca confundir con cooperativas de propietarios agrícolas u otros usos del cooperativismo perpetrados por la clase dominante).
Las cooperativas demostraban en la práctica que la producción moderna a gran escala «puede prescindir de la clase de los patronos que utiliza la clase de las ‘manos'».
Es un error continuar practicando únicamente una política laboral de defensa y no pasar al ataque. No son necesarios mediadores para que las personas podamos utilizar los medios de producción para generar valores de uso que sirvan para satisfacer las necesidades humanas.
Es cierto que hay muchos impedimentos para dar estos pasos. Sin embargo, avanzaríamos mucho si la propia clase trabajadora y sus representantes fueran capaces de entender que es posible la creación de empleo y riqueza sin la mediación del empresario.

Categorías
Sin categoría

Alegría

La constitución de una cooperativa con la gente que se quedó sin empleo por la actuación de un «pirata», y los posteriores pasos que se han ido dando para acceder a poder gestionar las piscinas de Puerto Real, es uno de los proyectos más importantes en los que ha participado mi cooperativa en los más de 10 años que lleva de actividad.
Y es que se demuestra que no son necesarios los especuladores para gestionar los recursos públicos. Con estos proyectos estamos mostrando que hay alternativas a las empresas que maximizan sus beneficios a costa de precarizar a la gente; que es posible otro modo de gestionar los recursos públicos, de prestar servicios; que las personas podemos trabajar sin convertirnos en recursos (humanos).

Categorías
Sin categoría

No estamos locos

Guy Standing: «Para la derecha política es excusable, desde un punto de vista intelectual, pretender reducir el significado de empleo a un trabajo o actividad remunerada; para la izquierda política hacerlo es inexcusable. Los socialdemócratas están pagando un alto precio político por haberlo hecho a lo largo del siglo XX; cayeron en su propia trampa política al poner la idea de Pleno Empleo en un pedestal cuando tan solo significaba la maximización del número de personas que trabajaban en puestos de subordinación respecto a unos jefes.»

Fuente: http://ctxt.es/es/20180328/Politica/18680/Guy-Standing-Social-Europe-Izquierda-trabajo-empleo-socialdemocracia.htm

Categorías
Sin categoría

Monopolios

El Estado tiene el monopolio de la violencia. No sólo. Además quiere tener el monopolio de lo que es violencia. Esto segundo es aún más grave.
La necesidad de imponer el significado de violencia se debe a la imposición de una extrema violencia o una violencia no necesaria y, por tanto, injustificada.
El Estado español requiere, hoy día, imponer una violencia autoritaria. Para ello necesita imponer el significado de violencia.
Y lo hace a través del monopolio comunicativo. Por teles, periódicos y radios.
No necesita un golpe de Estado quien controla los medios de comunicación y los jueces. La violencia hoy se basa en la propaganda, los significados y las leyes injustas.

Categorías
Sin categoría

Radicalidad

Dice Esteban Hernández: «Las opciones políticas que están funcionando son aquellas que, al menos en cuanto discurso, no aspiran a ser integradas en un conflicto institucionalizado, sino que pretenden cambiar el estado de cosas reinante. O, al menos, son percibidas de esta manera. Esa creencia en que iban a cambiar sustancialmente las cosas fue lo que dio votos a Trump, al Brexit, a la Lega Nord, a Le Pen y a tantos otros en Europa. Mientras, la izquierda permanece en el marco de la vieja socialdemocracia, lo cual no quiere decir que continúe anclada en sus programas: sigue pensando que si lanza las demandas de una mayor igualdad, redistribución y de más derechos políticos a los que mandan, estos cederán y darán marcha atrás. Ya no estamos ahí.»
Radicalidad. Es necesaria si se quiere redistribución de la riqueza; frenar al capital financiero; expulsar del poder a los profesionales que desde las instituciones defienden los intereses de las clases privilegiadas.
Radicalidad en las herramientas políticas institucionales y no institucionales; movimientos sociales que den el paso a la economía transformadora; partidos políticos que no se integren en lo institucional y abandonen la socialdemocracia en lo económico; sindicatos que aspiren a defender derechos laborales y pasar a la ofensiva para apropiarse medios de producción; y ser tan radicales como para que estos partidos, movimientos y sindicatos sean capaces de trabajar cooperativamente desde la unión, el cumplir y el reparto. Es decir, tan radicales que nos vaciemos de los valores, principios y dogmas de la clase dominante.
O vence nuestra radicalidad o continuará imponiéndose el actual programa de radical desigualdad, injusticia y pérdida de derechos.