Categorías
Sin categoría

Taxis, turismo y economía colaborativa

No hace mucho tiempo surgió con gran éxito de crítica y público una nueva estrella: la economía colaborativa.
La gente colaboraba con sus coches y los viajes se hacían baratos, fraternos, solidarios. Del mismo modo, por arte de magia, podrías viajar al centro de las grandes y más maravillosas ciudades del mundo por medio de la colaboración.
Nadie, que yo sepa, estaba atento a lo que mi maestro Manolo Delgado nos dijo una vez y que siempre lo tengo en mente: lo importante es ver el modo en que se genera la riqueza, cómo se distribuye y quién se la apropia. La mejor lección que estudiar economía me ha dado.
Sí, el transporte o el turismo generan enormes fuentes de dinero que alguien está acumulando. Personas con nombre y apellidos.
Pues bien, este verano, los conflictos televisados están siendo los provocados por el turismo y los taxistas. Bueno, en realidad, por las plataformas capitalistas que bajo el nombre estupendo de «economía colaborativa» están acumulando ingentes capitales. Acumulación que genera precariedad y malvivir en colectivos y en barrios y ciudades.
Aún no he leído, oído o visto nada sobre esta conexión: economía colaborativa y conflictos de este verano; de los enormes problemas que generan estas nuevas prácticas capitalistas escondidas bajo inteligentes campañas de marketing.
Se echan en falta análisis que relacionen estas problemáticas y lo que verdaderamente hay detrás, es decir, un sistema socioeconómico injusto que genera sufrimiento y desigualdad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *