Mes: mayo 2017

«La gran transformación» social que dio lugar al actual sistema socioeconómico en el que vivimos se caracterizó por la conversión en mercancías de las personas y la naturaleza. Sí, la gente debía vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir; la tierra, la naturaleza, pasó a ser propiedad privada de alguien. La vida pasó a ser mercancía. El mercado de trabajo y el mercado de tierra pasaron a marcar nuestro futuro. Una pocas personas se apropiaron de la naturaleza y del poder de marcar nuestras vidas.
Quizás la gran transformación de hoy es desmercantilizar la vida. Ni la gente ni la naturaleza somos mercancías.
Las propuestas del cooperativismo o economía social transformadora y los comunales o bienes comunes consisten esencialmente en eso. Ni las personas ni la naturaleza son comprables, apropiables, mercantilizables.
Una mercancía pasa a ser una cosa; que se compra y se vende. El capitalismo ha convertido vida en cosa. Transformar hoy día puede que sea que esas cosas vuelvan a ser consideradas vidas.

«A nadie se le ha ocurrido que ausencia de salario sería una expresión más correcta que ausencia de trabajo, pues de lo que carece la persona sin empleo no es del trabajo, sino de la remuneración del trabajo».
Ludwig von Mises (un liberal consecuente).

Marinaleda es para mucha gente un ejemplo. Para tanta gente que se convierte en un problema para el poder.

Ser un ejemplo es una fortaleza, pero también supone ser diana de aquellos grupos que desean que todo continúe como está; que actúan con un único fin: el mantenimiento de sus privilegios (aunque suponga mantener a Andalucía a la cabeza de la desigualdad, de la precariedad o de la pobreza).

El partido en el poder de la Junta de Andalucía siempre ha obedecido a esos grupos privilegiados. En Andalucía nunca ha gobernado el “partido de la derecha”. Para eso ha estado el PSOE andaluz.

Este partido ha vendido todas las tierras públicas existentes en Andalucía. Bueno, no toda. El Humoso, la finca en manos de la gente de Marinaleda aún no ha sido vendida. Los que la llevan trabajando desde que se la arrancaran al Duque del Infantado hace más de dos décadas no quieren comprarla. Y si no tienen más remedio, lo quieren hacer sin que pase a ser propiedad privada de nada ni de nadie (mediante una fundación).

Esa rebeldía, negar que la tierra sea una mercancía, generar riqueza sin explotación, está haciendo que la Junta esté presionando y dificultando la marcha de las cooperativas de Marinaleda. No les importa los miles de jornales, los cientos de puestos de trabajo. Sólo les importa el (mal) ejemplo que están dando: ser un pueblo capaz de mejorar su economía sin la necesidad de las clases explotadoras y privilegiadas; sin considerar a la naturaleza y a las personas como mercancías.

Por eso, ahora más que nunca, Andalucía entera como Marinaleda. Por eso, ahora más que nunca, debemos apoyar a esta gente que desde su trabajo, rebeldía y dignidad, impide que toda la tierra de la Junta pase a ser privada. Por eso, ahora, cuando el poder ataca a esta utopía existente para negar la posibilidad real de otras muchas, es necesario el paso adelante de todas las personas que creemos y trabajamos por otra economía y otro mundo.

“Con lo poquito que había
yo hice una partición
mis hermanos son aquellos
que tengan igual que yo.”
Manuel Soto, Sordera. Con lo poquito que había (tangos)

«Si la economía de mercado iba a desplomarse, como parecía ser el caso en cada crisis grave, las clases propietarias agrarias podían intentar la vuelta a un régimen militar o de paternalismo feudal, mientras que los obreros de las fábricas tenían la oportunidad de establecer una república cooperativa de trabajo. En una crisis, las «respuestas» podían señalar vías de solución excluyentes.»
Esta cita nos indica dos vías alternativas al actual capitalismo global: el régimen paternalista-militar de las opciones de la derecha en alza muchos sitios; o las «repúblicas cooperativas de trabajo».
Qué cosa más bonita: República Cooperativa de Trabajo. ¡Y que tan poca gente esté buscando en esta dirección!

«Esa gente de Manhattan es mejor que nosotros, desean cosas que no han visto.»
Esta es una frase de la serie Mad Men. Muy recomendable. Se lo dice una personaje de clase obrera o otro de su clase, y se refiere a los ejecutivos del corazón del capitalismo norteamericano de la década de 1950 y 1960.
Pienso que la clase alta nos gana por muchos motivos, pero uno de los principales es por ser más utópica. Parece contradictorio pero creo que no lo es.
Desear cosas que no existen es el primer paso para hacer que existan. Sin desear cosas que no vemos no transformaremos nada a nuestro favor. La transformación social es eso, luchar por algo que no existe, por algo que no hemos visto.
Los ricos de Manhattan, o de la Castellana, lo hacen a diario y lo están consiguiendo: transforman a diario esta sociedad a favor de sus deseos (de cosas que no han visto pero acaban viendo).

Libro de tercero de primaria (Santillana)
«Trabajo
Cualquier actividad que realizan los seres humanos para obtener un dinero a cambio, es decir, un sueldo.
Población inactiva 
Está formada por personas que no pueden trabajar o que no cobra un sueldo por sus actividades. Dentro de este grupo están los niños, los jubilados, los estudiantes y las amas de casa.»
Sólo trabajan los que tienen un sueldo. Las amas de casa no.
Le digo a mi hija que lo estudie o que no. Aprobar es desaprender cuando priman los dogmas.