Categorías
Sin categoría

Ser civilizado

Dice Guillem Martínez: «Hay hambre –nunca pensé que podría decir esta frase, que seguro que dijo mi abuelo–. No hay fábricas, pero la sensación es que trabajamos en fábricas por un sueldo ridículo. La democracia, esa cosa que solo fue posible en el Estado, está desapareciendo. No es una frase hecha. De todo lo que pudo ser la democracia, ya solo queda el voto. Y miras la prensa y te dice buenos días. Sólo te dice buenos días. Por más que le preguntes, te dice que es un buen día. Te dice tantas veces buenos días que llegas a creer que el incivilizado, el salvaje, el violento eres tú.»
Hoy, en la marcha contra la base de Morón, con soldados detrás de la valla, y guardias civiles detrás y delante, he llegado a pensar que el no civilizado era yo. Quizás su victoria está en eso, en que pienses que protestar contra injusticias como la presencia de una infraestructura asesina a pocos kilómetros de mi pueblo sea una forma de violencia. Protestar es violentar el buen orden, la democracia por la que tanta gente luchó. Ese pensamiento está matando esta sociedad. Una actitud violenta es estar parado sin impedir la violencia, no inmutarse ante el hambre, la guerra, la injusticia. Vivimos en una sociedad violenta precisamente por la excesiva «buena educación» ante tanta violencia.
Ser civilizado es luchar contra la violencia, contra la barbarie de, por ejemplo, la industria asesina y criminal del ejército de EEUU.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *