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Olimpismo y colegueo

Morón tiene historias olímpicas. En Amberes en 1920, el primer Conde de la Maza y jugador de Polo, Leopoldo Saiz de la Maza y Gutiérrez-Solana, fue medalla de plata. Además del tremendo mérito de ser jugador de Polo fue Mayordomo de Semana del Rey Alfonso XIII. Los Mayordomos de semana era aquella clase palaciega de la Real Casa y Patrimonio de la Corona de España, a la que se atribuía la función de acompañar al Rey en todo momento. Un colega vamos al que se le premió con un título nobiliario tan merecido como los demás.
Leopoldo Sainz de la Maza y Falcó, II conde de la Maza también fue colega del «intelectual» nieto de Alfonso, Juan Carlos. Ese colegueo le permitió publicidad gratuita para lanzar una empresa de turismo en su Cortijo (el regalo de bodas de la niña de un colega, la infanta Elena, consistió celebrar en su cortijo la despedida de soltera; es de tonto no aprovecharlo le diría Poli Maza al Juanca) y le situó como prohombre de la tauramaquia y los ganaderos patrios (creó la Feria Mundial del Toro).
En 2006, el periodista taurino Antonio Lorca decía en un artículo en El País titulado «El misterio de la ganadería del Conde»: «La ganadería sevillana del Conde de la Maza encierra desde hace años un misterio que nadie aclara y que tiene toda la pinta de convertirse en una de esas cuestiones taurinas incomprensibles, pero que goza de la simpatía de los que mandan. Es verdad, como decía el programa oficial de la plaza, que el ganadero, Leopoldo de la Maza, ya fallecido, ‘tras más de 35 años, y mediante una cuidada selección, ha creado su propio encaste’; lo que ocurre es que tal encaste es muy malo, de lo peor del campo bravo. Toros guapos para una exposición. Pero animales que parecen hijos de deshecho, sin sangre brava, de pésima condición, sin clase alguna, blandos, mansos, broncos, con peligro sordo y a voces, violentos, sin emplearse nunca y embistiendo siempre a oleadas con el único objetivo de robarle la muleta al torero cuando no la yugular. ¿Y el misterio? El misterio es que sigue lidiando, temporada tras temporada, en las dos plazas más importantes».
Olímpicas simpatías con los que mandan. Como también fue olímpico, está siendo y será el pelotazo urbanístico más importante de Morón de la Frontera. Lo realizó desde la Alcaldía el Conde-Ganadero-Alcalde en «La Ramira», un trozo de su latifundio (Arenales) que quedaba al otro lado de la carretera. La recalificación de suelo rústico a urbano ha generado, genera y generará rentas a la casta de la Maza como jamás ningún especulador urbanístico ha logrado en mi pueblo.
Olímpicos, mayordomos de semana, ganaderos, empresarios de eventos turísticos que, a día de hoy, contratan una empresa para que les gestione su finca. Olímpicos del rentismo, del comer de la rentas, de las relaciones públicas, es decir, del colegueo. Eso sí, muy respetados y queridos en su pueblo: Morón de la Frontera.

Agosto 16

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