«No hay más muertos porque Dios no ha querido». Eso oí decir a una persona de un pueblo del centro de Italia tras el terremoto. Esa fe es eso, no pensar nunca que Dios ha tenido algo que ver en el terremoto, pero sí en que gracias a Él hay gente que se ha salvado.
Eso mismo piensan muchas personas de Andalucía que votan la PSOE. Gracias a ese partido no estamos peor.
Esa fe representa el pensamiento del que delega en otro; es otro el que crea o deja de crear; el que mata o deja de matar; el que soluciona los problemas o deja de solucionarlos; la Respuesta no está en nosotros, sino en un Ser superior.
Como Susana Díaz, por ejemplo. O Rouco Varela. O Rajoy. O nuestro Secretario General. O «Europa». O…
Igual hay otras «fes» (si se puede poner en plural, si es que es posible que haya otras sin ser esperanzas), pero lo que está claro es que ésta dificulta mucho el cambio entendido como transformación hacia una sociedad más humana.
La fe no mueve montañas. Todo lo contrario.