Película de la dos en la que se habla del trabajo de las mujeres. Ellas llevan el agua a la aldea, entre otras actividades básicas para la satisfacción de las necesidades. Nada que ver con el empleo. La vida, incluso la económica, es otra cosa. Y la lucha, nunca es pecado.
Sucesiones
El problema económico no es la escasez sino la distribución. Toda política y/o medida que sirva para hacer una distribución más justa de la riqueza me parece apropiada. Entiendo las estrategias de los ricos y poderosos por preservar sus riquezas. No tanto la de la gente desposeida y privada de la riqueza colectiva.
Demasidas sucesiones y sucesiones de apoyo a quienes más tienen. Por algo vivimos en una de las economías con mayor índice de desigualdad de Europa.
Poeta
Es un poeta, pero no lo parece. Habla más de economía que la mayoría de los economistas. Quizás por eso, menos mal, no es economista.
Es un tío sencillo a la vez que un pensador complejo. Como los más sabios lo difícil lo hace (dice) de forma sencilla.
Es un libertario-anarquista-o-como-se-llame. Lo que él sea, quizás es lo a que yo aspiro ser.
Te hace sentir con la poesía de su forma de ser. También con sus poemas.
Cuando más raro parece, existe una persona así.
Estrella que brilla a pesar de ella misma.
Gracias Antonio Orihuela.
https://www.youtube.com/watch?v=iokw5QbYH-Y&t=27s
Resonantes
Dice mi maestro Manuel Delgado Cabeza: «Lo que somos, lo somos por resonancia.»
Ni más ni menos.
Diversidad lingüística
La lingüista Elena Álvarez Mellado ha escrito un artículo que me ha reconfortado. Y también enfadado. Eso sí, el enfado no viene por su contenido, sino porque me recuerda que con la gente de Andalucía se es injusta incluso cuando nos expresamos, cuando hablamos.
Dice Elena: «En España tenemos un problema con la diferencia lingüística. Toda forma de hablar que se aleje del acento que supuestamente se considera neutral (básicamente, el castellano de la zona central de la Península) nos hace arrugar la nariz. Pero en estas olimpiadas del desprecio lingüístico, la variedad andaluza ha salido particularmente malparada. En el imaginario colectivo sigue vigente la idea de que el acento andaluz es propio de personas incultas.
Aunque repetido hasta la saciedad, no es cierto que existan variedades de español que sean objetivamente mejores y peores. ¿Mejores para qué? ¿Según quién? ¿Cómo y quién determina esos supuestos estándares de pureza y perfección lingüística (que huelen más a xenofobia y clasismo que a fundamento lingüístico)?
Lo que los hablantes percibimos subjetivamente como acentos buenos y malos suele ser producto de la influencia cultural y del poder recalcitrante que dejaron ciertas regiones históricamente hegemónicas. El habla de Castilla se convirtió en la de prestigio porque era la forma de hablar propia del lugar de donde emanaba el poder. El acento de la clase dominante pasó a tener prestigio social y se convirtió a ojos del conjunto de los hablantes en deseable, mientras que las formas de hablar de las zonas alejadas de los centros de poder pasaron a ser consideradas provincianas y propias de gentes pobres e incultas.
Nos gusta hablar como habla la gente importante y burlarnos o criticar al que habla de forma diferente. Pero esta es una cuestión social; no hay nada inherentemente mejor o peor en ninguna de las variedades. Ningún lingüista serio defendería la existencia de variedades de español buenas y malas.
La televisión tiene un enorme poder en lo que a representación y normalización cultural se refiere. De la misma manera que esperamos que la televisión pública recoja los distintos intereses y sensibilidades de la población, sería muy deseable ver reflejado y celebrado todo el abanico de diversidad lingüística de la sociedad en que vivimos y abandonar de una vez el monocultivo del castellano central que copa nuestras pantallas.»
Hasta aquí el resumen del artículo. Quizás lo peor sea que debemos exigir esa diversidad lingüística incluso en los medios de comunicación andaluces, ya sean de ámbito autonómico o local. Es muy triste oír a un andaluz hablar como si fuera de Valladolid. Y que su público sea la gente de Andalucía.
Fuente: https://www.eldiario.es/zonacritica/hablaras-acento-andaluz-telediario_6_617048315.html
Socialistas
Hay que leer a Rubén Juste:
«El mundo financiero (español) funcionaba por clanes. Estaban vinculados por proximidad geográfica, por parentesco, vinculados a los grandes bancos, al Banesto, al Central, al Hispano, al Urquijo. En los 80 se vive la fiebre de la Bolsa, y ahí se ponen en guardia ante un mundo que desconocían. Los chicos del PSOE, particularmente Solchaga, Boyer y los Ordóñez, fueron una bendición para este grupo. Organizaron la desindustrialización y concentraron el sector bancario, al mismo tiempo que colocaban sus propios peones en el sector. Fueron los años de grandes pelotazos en Bolsa, pero sobre todo de enormes movimientos en el sector empresarial, gracias a la venta de empresas del Estado. El PSOE puso en forma a las grandes familias del franquismo. Al mismo tiempo creó una red paralela, que no participaba ni era consciente de esos manejos, y que era la mayor parte del partido en comunidades, municipios. La política se vivía en dos niveles, los que apuntaban a la globalización y los que creían en la democratización del país y salir del franquismo. Eran dos grupos casi antagónicos.»
Durante la etapa de Zapatero se crea una idea de Ibex como el gran protector del territorio patrio. El hecho de que una constructora se hiciera con una eléctrica no se veía mal si era además española. El que se endeudara hasta niveles inasumibles no era problema, tampoco el que fueran las cajas de ahorro las prestamistas. Todo eso hasta que la burbuja estalló y el Ibex ya puso firme al Gobierno. 2010 fue la fecha clave. Fue el año en el que el Ibex definitivamente tomó el mando a través de un cambio radical en el gabinete de Zapatero y la entrada de la vieja guardia, la misma que entró al mismo tiempo en los consejos de administración del Ibex, la liderada por González.»
Fuente: http://ctxt.es/es/20170222/Politica/11320/ibex-35-ruben-juste-libro-analisis.htm
Fe y/o cinismo
Hoy día, en estas horas, cientos de estudiantes se empapan de ideas impulsoras de injusticia, pobreza y hambre. Estudian una licenciatura de Economía, Administración de Empresas, Derecho, etc. En todas ellas tienen una o más asignaturas vinculadas a la macroeconomía.
Tal como dice alguien nada sospechoso, Paul Romer, economista jefe del Banco Mundial: «los modelos macroeconómicos actuales emplean hipótesis increíbles para llegar a conclusiones desconcertantes.» Yo ajustaría un poco más (no tengo un cargo tan bien pagado): las hipótesis increíbles sirven para llegar a conclusiones desconcertantes para las mayorías y muy útiles para una pequeña minoría. Esa minoría es la que impulsa que esas teorías sigan siendo monolíticas, inamovibles, nos susceptibles de ser criticadas.
Romer pregunta: «¿les gustaría que a su hijo lo tratara un médico que favoreciera a un amigo partidario de las antivacunas y a su otro amigo homeópata, antes que a la ciencia médica? Si no es así, ¿por qué debería esperar que la gente que busca respuestas siga prestando atención a los economistas cuando se den cuenta de que estamos más preocupados por nuestros amigos que por los hechos?»
Las facultades y departamentos de disciplinas vinculadas a la economía están llenas de creyentes glotones que asumen una Fe más peligrosa que la homeopatía. Mucho más. Y cuando falta la fe no lo hace el cinismo. Demasiada poca gente en estos lugares busca respuestas económicas satisfactorias para las mayorías.
Fuente: http://ctxt.es/es/20170222/Politica/11262/romer-macroeconomia-neoliberalismo.htm
Estoy agradecido a Enric Llopis por la reseña que ha publicado en Rebelión sobre el librito que he publicado. Se la ha currado.
Entre otras cosas, quizás más relevantes, dice: «La celeridad de las informaciones, las imágenes y los hechos; el impacto de las redes sociales, con estadísticas que se solapan y devoran, el imperio del instante y la primacía del “fast food” mediático hace imprescindible recordar las verdades mássencillas. A ello dedica el economista de Morón de la Frontera (Sevilla) Óscar García Jurado un ensayo de 143 páginas, “Aproximación a la Economía Crítica para entender y actuar”, editado por el colectivo Zambra de Málaga y por Baladre (Coordinación de Luchas contra la precariedad y la exclusión).»
Me diréis que soy pesado, localista, cateto, pueblerino, lo que queráis, pero me encanta que no haya puesto economista sevillano.
Ja.
Cooperativista y economista de pueblo.
Ja.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=223229
Coop57
Participo en una cooperativa que es algo extraordinario. Se llama Coop57. Es una cooperativa financiera que rescata ahorro de la especulación para ponerla al servicio de una economía transformadora.
Ayer dio un paso más. Ayer se inició la construcción de un bloque de pisos que no pertenecerá a nadie en particular. Será de la comunidad. Su propietaria será una cooperativa de cesión de uso. Derecho a la vivienda sin caer en la trampa de la propiedad.
Y como dijo Ramón Pascual, un «banquero bueno»: «Farem tota l’operació de la coop La Borda al marge del sistema financer convencional.»
Se entiende el catalán, ¿verdad? Lo que es difícil entender es que sigamos colaborando con la banca convencional.
Política
Pertenezco y hago política en Coop 57, una cooperativa de finanzas éticas. Ese hacer político se puede entender leyendo la tesis doctoral de Raquel Alquézar, realizada en el departamento de antropología social (difícil hacer este tipo de estudios realmente económicos en una facultad de Economía; paradoja) de la Universidad de Barcelona. En sus conclusiones se puede leer: «Coop57 incorpora un proyecto político a su actividad financiera adscrito a una tradición ideológica histórica, la del cooperativismo y la economía social del siglo XIX, recuperada en la última década del siglo XX por la redefinida Economía social y solidaria. La intencionalidad política de Coop57 y, en un sentido más amplio, de la economía social y solidaria es mostrar que el mercado no es un espacio neutro de asignación de recursos en base a la oferta y la demanda, sino que tiene una dimensión política detrás. En este sentido, Coop57 y el movimiento de la economía social y solidaria, así como las finanzas éticas, pretenden señalar las relaciones de poder que se establecen entre los distintos actores que participan y las diferentes esferas de valor que entran en juego en la actividad económica.»