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Ficciones

La bandera roja y gualda dejará sitio al Niño Jesús.
El nacional catolicismo cabe en un balcón. Y lo que cabe en un balcón, claro, también lo hace en un país. Y puede hacerlo por muchos años.
Naturalizada una bandera impuesta por una dictadura y legitimada por una supuesta democracia.
Naturalizado un niño que nace de un espíritu y una virgen.
Vemos la historia, la realidad a través de cuentos, de historias, de ficciones.
El poder puede que sea eso: la capacidad de imponer unas determinadas ficciones, hacer creer en ellas e incluso matar por ellas.

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