Rajoy dice que en el primer semestre de 2017 se habrá recuperado el nivel de PIB anterior a la crisis. En este caso, esta mala persona va a acertar. Pronto existirá la misma riqueza que antes de la crisis. Por tanto, debemos pedir que sirva para vivir dignamente, tan por encima de nuestras necesidades como (supuestamente) se hacía antes de la crisis. Los ladrones nos lo dicen, hay riqueza, pero no es para la gente normal y corriente, sino para los que precisamente la generaron con la idea de generar desigualdad y quedarse con más parte de la tarta. La crisis como robo, como impulso a la desigualdad, como muestra de que nos están robando. Y las mayorías sin enterarse, y, si se enteran, deseando que el ladrón lo tenga como aliado, como amigo, como uno de los suyos.
Quizás el cambio venga cuando las mayorías caigan en la cuenta de que estos ladrones sólo reparten cuando no tienen más remedio y que ese remedio no se logra siendo vasallo sino persona digna de respeto y reparto.
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