Categorías
Esparragueras (económicas) Tagarninas (políticas)

Socialismo capitalista

c4c28f0b3532bfff6ec4ace3996931c4

Es momento de paradojas, ironías, cuestiones que pueden parecer increibles y que te hace pensar si el confinamiento, o la copitas de más que uno se toma en este estado de irrealidad permanente, pueden estar haciendo mayor efecto del deseado (quien dice copitas dice kilómetros en una bici estática, que cualquiera saber qué perturba más la mente, y el cuerpo).

Un ejemplo. Para David Harvey, pensando en Estados Unidos, «las únicas medidas políticas que van a funcionar son bastante más socialistas que cualquier cosa que pudiera proponer Bernie Sanders, y esos programas de rescate tendrán que iniciarse bajo la égida de Donald Trump. Este último, si es sabio, cancelará las elecciones sobre la base de una emergencia y declarará el principio de una presidencia imperial para salvar al capital y al mundo de la ‘revuelta y la revolución’.»

Toma ya. Igual David también se está pasando con las copitas. Pero no. La realidad más próxima nos confirma que no es así. De hecho, hemos oído hace poco a Luis de Guindos hablar de Renta Básica o, mejor dicho, su traducción guindera: renta mínima de emergencia (o algo así, llevo años intentando no aprender el guindorés). Lo que Luis quiere decir, lo puedo tutear porque son muchos años ya de conocerle, es «rentaparaqueconsumansinoelcapitalsevaalcarajo».

Igual podemos ir esperando el retorno de A. Merkel a su pasado y enseñanzas en la RDA. O igual no. A saber. La incertidumbre es una idea estupenda para poder justificar cualquier cambio de opinión.

El neoliberalismo nunca ha significado menos Estado, sino la reorientación del Estado para favorecer al capital. En estos momentos parece que se va a hacer un uso total del mismo para sostener a la economía capitalista, a costa de la insostenibilidad social y ecológica que eso supone. Lo que viene a ser una huida hacia adelante en toda regla, un quemar las naves cueste lo que cueste (entiéndase por naves las vidas de las mayorías que no toman las decisiones, claro).

Y no creo que sirva un nuevo New Deal (esta vez Green), sino que tendrdá que ser algo más gordo. Tal como explica Yanis Varoufakis (el único economista que ha estado en saraos de verdad y merece ser escuchado): «El New Deal no puso fin a la Gran Depresión, sino que fue necesaria una carnicería a escala industrial (la Segunda Guerra Mundial) y una inversión pública en matanzas masivas de tamaño similar, para sacar del desplome a la economía mundial.» Las matanzas en este caso parece que le van a salir gratis a la economía capitalista. Su capacidad de adaptación es infinta.

Y con todo esto, mira por donde, el personal encerrado en sus casas y disponiendo como armas de desahogo masivo unas letales cacerolas. Letales cacerolas para hacer frente al socialismo capitalista. Cuántas contradicciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *