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Esparragueras (económicas)

Ni Calviño, ni Keynes, ni nadie

1917-18+Duncan Grant+John Maynard Keynes
Retrato de John Maynard Keynes realizado por su amante Duncan Grant. 1917-1918

«Estábamos bien, vino el virus y nos pusimos mal. Cuando acabemos con el virus volveremos a estar bien. Para acabar con el virus vamos a gastar una millonada, algo excepcional en la historia…» Esa es la idea que machaconamente nos trasladan desde el gobierno, con Nadia Calviño como precursora.

Pues bien es mentira. Se trata de un estrategia de gestión. En palabras de Amador Fernández-Savater: «la idea de la gestión es la ‘regulación’ de lo que pasa para ‘volver a la normalidad’. Lo que pasa es un hecho aislado y sin historia, se puede conjurar y neutralizar. Las respuestas a la crisis en cuestión se dan en el mismo marco de lo existente. Un ‘poder de salvación’ administra nuestro miedo y nos promete la supervivencia a cambio de obediencia.» Es gestión de la mentira porque la economía capitalista estaba enferma, con defensas bajas, harta de medicamentos (política monetaria expansiva) que no solucionaba sus problemas, es decir, acumular capital (crecimiento económico).

Y la vuelta a Keynes y la política fiscal expansiva tampoco va a solucionar mucho. Así lo explica M. Roberts:

«La clave para restaurar el crecimiento económico es la inversión y eso depende de la rentabilidad. En una economía predominantemente capitalista, aumentar la rentabilidad del capital tiene un impacto mucho mayor en el crecimiento que el gasto público. De hecho, más gasto público basado en más deuda o impuestos puede amenazar la rentabilidad del capital. Lo que bloquea el gasto público puede no ser una deuda pública alta y creciente sino que el bloqueo a la inversión empresarial bien puede deberse a una deuda corporativa alta y creciente cuando la rentabilidad del capital es baja y está cayendo.

La flexibilización monetaria ha fallado. La flexibilización fiscal, si se adopta, también fracasará. Una recesión acaba con las empresas capitalistas más débiles y despide a los trabajadores improductivos. Luego, los costes de producción caen y las compañías que sobreviven a la recesión tienen una mayor rentabilidad como incentivo para reinvertir. El capitalismo solo puede salir de una recesión a través de la recesión misma.»

Carmen Castro García no hace mirar hacia otro lado: «Hay una oportunidad única de dar sentido al discurso de las personas primero y al de cuidados y sostenibilidad de la vida en el corazón de la agenda política y económica. ¿Seremos capaces de aprovecharla?»

Para ello debemos aspirar a la transformación, a, como nos dice Amador Fernández-Savater, «hacer aparecer nuevos juegos de preguntas y respuestas, nuevas maneras de pensar y actuar, nuevas lógicas para pensar-hacer sobre los problemas (crisis económicas, crisis migratorias, crisis ecológicas, femicidios) desde otro marco. (…) Transformar significa habitar la excepción. Habitar la situación, no dejarse simplemente gestionar. (…) Habitar, estar presentes, no ser sólo espectadores o consumidores o víctimas de las decisiones de otros, sino sentir, pensar y crear a partir de lo que pasa, darle valor, compartirlo, hacer con ello mundo y vida.»

El cómo se salga de esa recesión dependerá de nuestras ganas de sumisión o transformación, de esperar la gestión que hace el poder o de ir generando otra economía alejada de la capitalista.

Fuentes:

http://www.sinpermiso.info/textos/la-hora-de-las-politicas-fiscales?fbclid=IwAR12ZNYK4wOVTyMtRAhEHYnbhD26Qpq4QrE_c5JsJA_X0cOFfDinZ46KHjw

https://blogs.publico.es/dominiopublico/31272/a-que-nos-confronta-el-coronavirus-escudos-protectores-ante-el-colapso-economico/?fbclid=IwAR2yPmKpmxYoDuApuZ67RnACiSMWV5KuXPgP3zJhYfWtZWNgUYHZkMOYEWA

https://www.filosofiapirata.net/habitar-la-excepcion-pensamientos-sin-cuarentena-i/?fbclid=IwAR0hSZN6rISGDglvvBdKkfn8uTDYft0VuV5uI5Tpz3Fdhq8-wxkrmtALdAU

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