«Desarrollo local transformador» se titula un magnífico artículo de mi amigo Andoni Egia. Expone lo que para mí es una máxima trascendental para avanzar en poner del derecho la actual economía del revés: propiedad pública, planificación comunitaria y gestión cooperativa. Con todos sus déficits, Marinaleda intuyó estas máximas hace 30 años y, contra viento y marea, lucha por seguir poniéndolas en práctica.
Nada que ver con la privatización de la tierra, la planificación pública subordinada a intereses espúreos de capitales locales y foráneos, y la gestión empresarial de las cooperativas (con especial relevancia de las agrarias) impulsadas desde la Junta de Andalucía.
Desde el poder se ha desvirtuado el cooperativismo como herramienta para la transformación y lo ha convertido, en demasiadas ocasiones, en legitimadora del mal reparto, la injusticia y el despojo.
Por suerte, desde el pensamiento jornalero se lanzan semillas de fórmulas económicas esperanzadoras. Semillas que no se ven, que no las miramos, pero que si se regaran…