Para que algo pueda generar rentabilidad capitalista debe tener un precio y, para ello, ser escaso. Si no lo es, se hace lo necesario para que lo sea.
La política monetaria ha dado munición abundante a los fondos especulativos. Llevan años emitiendo dinero, munición para generar escasez.
Y sed, mucha sed.
Hace años los alimentos básicos comenzaron a cotizar en bolsa. Cuanto mayor escasez, mayores precios y mayores beneficios, para unos, y hambre para mucha gente.
Ahora, el agua pasará a ser objeto de especulación. El cercamiento de los bienes comunes continúa para mayor gloria y beneficios de personas sin escrúpulos pero con mucha sed de poder y dinero.
Necesitamos sed de justicia si queremos evitad la sed de beneficios que genera sed mortal. Dejar de mirar a otro lado ante estos instrumentos generadores de violencia, de muerte.
Muertes ocultas, ahogadas por la mugre de esta sociedad que para generar abundantes beneficios a minorías provoca la escasez mortal que sea necesaria para las mayorías.
Cada vez más, siento sed de transformación.