Hace tiempo que no sentía tanto asco de la realidad «política», es decir, de aquélla que realizan los políticos remunerados (por eso entrecomillo). Ante tanta fatiga, uno busca aire y lo he encontrado leyendo a Maurice Godelier: «los seres humanos, contrariamente a otros animales sociales, no se conforman con vivir en sociedad, (sino que) producen sociedad para vivir.»
Ante la degradación de esta democracia autoritaria que impulsa cada vez más a las figuras más autoritarias de cada organización electoral, hay otra política que trataría de dar una forma democrática a esta producción en común de la sociedad. En palabras de Laval y Dardot, se trata de crear «en todos los sectores instituciones de autogobierno cuya finalidad será la producción de lo común», a lo que denominan «la institución democrática de la economía».
Socialistas (de verdad) como el francés Jean Jaurès lo convertían estas ideas en la ambición política del socialismo: «Que todos los hombres pasen del estado de competencia brutal y de conflicto al estado de cooperación, que la masa se eleve desde la pasividad económica a la iniciativa y a la responsabilidad, que todas las energías que se gastan en luchas estériles o salvajes se coordinen para una gran acción común; (…) y existirá verdaderamente, por primera vez, una civilización de hombres libres, como si la flor resplandeciente y encantadora de Grecia, en vez de desarrollarse sobre un fondo de esclavitud, naciera de la universal humanidad.»
Necesitamos nuevas ambiciones políticas que nos saquen del barro en el que tan a gusto están los cerdos; que busquen alternativas a esta deriva autoritaria. Hay otra política-economía distinta a las estrategias de obtención de votos-dinero que acumulan cada vez más poder y revientan cualquier posibilidad de democracia.
La política-economía debe ser cooperar para mejorar la vida (en común), no luchar por ganar votos-dinero a cambio de vidas. Hay alternativas al espectáculo del poder zafio, de capitalismo voraz. Hay otra política-economía, hay otras democracias por venir.