En Andalucía continúa habiendo lucha por y desde lo común. La tierra en Marinaleda o la Sierra en Morón son alguno de los múltiples ejemplos.
En Cochabamba dijeron: «Hemos sufrido un gran robo, cuando no somos propietarios de nada». Hoy, como ayer, como mañana promover lo inapropiable para evitar la destrucción y el robo es esencial.
La pobreza es el principal problema social y económico de Andalucía. Tras décadas de empleabilidad, emprendedorismo, en definitiva, de personalizar los problemas sociales y culpabilizar a las víctimas, vivimos en una sociedad cada vez más desigual y excluyente.
El debate promovido desde política profesional y sus medios de transmisión ocultan estas realidades. El distanciamiento sideral entre lo real y lo político-virtual impulsa movimientos y escenarios políticos que fomentan y legitiman la miseria y su contraparte, la opulencia.
Frente a la violencia y al autoritarismo que conlleva la desiguladad, promovamos lo común, lo inapropiable, y asumamos como comunes los problemas sociales y colectivos que nos afectan. Y, sobre todo, comencemos a resolverlos desde el principio de lo común.